Cosmética española que me encanta (vol. II)
Siete nuevos placeres cosméticos de proximidad para que tu neceser rebose de calidad peninsular estas vacaciones.
Si hace un par de meses te hablaba de mis productos favoritos de marcas como Saigu, Modesta Cassinello o Ruth Azofra, ahora te pido que me dejes seguir compartiendo contigo mi pasión por la belleza local. De verdad que creo que este país tiene un momentum cosmético único. De hecho, excepto por un par de productos que no encuentro locales (¿una máscara de pestañas que funcione BIEN? ¿Un esmalte de uñas que aguante diez días de una tirada?), bien podría tener un neceser 100% de proximidad. Dicho esto, allá van siete nuevas recomendaciones:
La emulsión limpiadora Kiré de Gema Herrerías (en colaboración con Cristina Mitre). Nunca jamás ningún desmaquillante, gel o bálsamo limpiador han eliminado todo rastro de suciedad y maquillaje de una sola pasada. Hasta que lo descubrí. Para mí es casi un milagro en equilibrio. Vaya por delante que creo que TODA la línea de la ya célebre farmacéutica sevillana es absolutamente fabulosa. Mi amiga A. asegura que su loción exfoliante Azelaic-s le cambió la piel; mi amiga S. se ha quedado a vivir en su Función Barrera y su Función Global… y un largo etcétera. Si aún no la conoces, no sé a qué esperas.
“Fragancia y textura inigualables”, así define Ester, la fundadora de Mon Aroma, su crema facial Extraordinaria. No solo es un producto redondo, sino que está hecho con tanto amor que desprende una energía única. Si lo has probado, lo sabes. Si no, aún tienes toda esa magia por descubrir.
Si conoces el Reafirmante global DMAE de Dr. Arthouros Alba sabrás que no bromeo con mis recomendaciones. Arturo es probablemente el hombre que más sabe de química cosmética de España (además de un tipo carismático y encantador), y tenemos la inmensa fortuna de que ha puesto su conocimiento a nuestro servicio. Su sérum es DE LO MEJOR que ha pasado por mi piel jamás. Y eso es mucho decir, porque ya no te puedo negar mi reticencia a los sérums.
No estaríamos en verano si no tuviese el Easy&Fresh de Germaine de Capuccini instalado permanentemente en mi bolsa de la piscina. Su formato en spray hace increíblemente práctico este protector solar con SPF50 (lo mínimo que acepto). Ahora bien, si alguna vez tienes ocasión de ir a un centro de belleza Germaine, por favor intenta hacer un tratamiento en una especie de cama de agua hinchable que te pone a flotar como en el vientre materno. Pierdes cualquier sensación de gravedad (literal y figuradamente) y corres el riesgo de salir flotando. Me ha pasado.
Soy una persona muy melindrosa con los geles de baño. Este detalle daría para una carta por sí mismo (quién sabe, igual te la envío más adelante), pero hoy me quedo con lo maravillosos que son los Cleopatra (en su versión original y también la que incorpora coco) de Alma Secret. Por supuesto, están enriquecidos con leche de burra (ya sabes, con el objetivo de incorporar el ácido láctico que puede ayudar a ‘alisar’ la apariencia de la piel), pero huelen a divinidad reencarnada, a coco, a vainilla, a unas vacaciones permanentes, a un lugar en el trópico para quedarse a vivir…
Echa un ojo a la escueta (pero certera) selección de Rowse. Yo me quedé con los perfumes, tanto el de verano como el de invierno, que son una auténtica fiesta para mis papilas olfativas. Si, además, eres de aceites, has llegado a tu lugar: el de rosa mosqueta no tiene nada que envidiar al de otras marcas (de hecho, quizá sea al contrario: otras marcas puedan envidiarlo).
Voy a terminar envidando a grande. A mí me lo descubrió La Forte, y desde entonces no he encontrado mejor cacao o labial que el original de Suavina. Lo venden en muchas farmacias, y de verdad que merece la pena. Es un cacao a medio camino entre el Letibalm, el Carmex, la Eight Hour Cream y el Biopel. No sé, no se me ocurre mejor carta de presentación.
El armario cosmético de Virginia Díaz
Esa sonrisa se merece un premio, y lo sabes.
A Virginia quizá la has oído en El típico programa de Radio 3, o la has visto en Cachitos (este año cumple justo una década al frente del espacio). Desde luego, es un auténtico icono del periodismo musical en España, su premio Ondas de 2017 lo atestigua. Tampoco se queda atrás en lo humano, aunque para eso no haya más premios que el Nobel y vayan siempre a parar a manos de gente que son buenos pero no tanto. Reivindico desde aquí el Nobel para Virginia.
¿Alguna rutina (cosmética, se entiende) indispensable? La verdad es que me da pereza todo lo que tiene que ver con esto pero, desde hace unos años, es sagrado para mí usar crema de contorno de ojos, crema facial de día, crema facial de noche y serum facial. Uso siempre la línea Blue Therapy de Bioterm. Me encantaría ser igual de disciplinada con los jabones de limpieza de cara y las mascarillas pero reconozco que soy bastante más perezosa ahí, lo que sí que hago a diario es limpiarme el rostro con agua micelar antes de darme la crema de noche y demás.
¿Y productos sin los que no puedes vivir? Mis cosméticos básicos, aparte de las cremas, son el corrector de ojeras de Clinique, y una base de maquillaje de Max Factor. No sé maquillarme nada bien, así que opto por ponerme máscara de pestañas -de Estée Lauder- y un labial, normalmente rojo, si no, nude, de Sephora.
Si puedes elegir cosmética española, ¿la eliges? Lo cierto es que pregunto referencias de productos a dos amigas que son dermatólogas y termino usando lo que ellas me recomiendan.
Dime algo que no te guste de la industria cosmética. Me encanta la cosmética, me da pereza usarla, sobre todo el maquillaje porque soy muy torpe, pero me gusta. No me creo los milagros ‘anti edad’ pero sí creo que una buena hidratación es fundamental para el cuidado de la piel.