En un mundo lleno de Kardashians...
Hablemos de la trampa de la mujer aspiracional y de la necesidad de hacer del mundo un lugar seguro para todas.
En un mundo lleno de Kardashians… sé Diana. Hace poco volvía a saltar este trend recurrente (puedes leerlo con Diana de Gales, con Grace Kelly, con Audrey Hepburn…) que no por cansino deja de estar llenísimo de misoginia. Te lo explico: este brevísimo y aspiracional meme dinamita cualquier movimiento de esos que, con mayor o menor fortuna, llevan años tratando de hacer que las mujeres no nos autoflagelemos hasta la extenuación. A saber, el body positive, la sororidad, la cuarta ola del feminismo, el #metoo, el #seacabó…
¿Por qué? Muy sencillo. Da a entender que ser Kardashian (o peor: querer ser como las Kardashian) es una idea terrible. Por vulgar. Por histriónica. Por entregada al físico y a las cirugías y retoques medicoestéticos… En su lugar, es mejor aspirar a convertirse en una princesa con problemas de alimentación, o en una actriz de Hollywood que permutó su felicidad por convertirse en alteza, o incluso en una estrella con diamantes que padeció toda su vida por el abandono de su padre.
Me siento un poco ridícula al recordar en voz alta que puede que te guste más o menos la estética y las ambiciones de las Kardashian, pero eso no les resta valor ni a ellas ni a quienes han decidido que sí que las disfrutan. Si cada vez son más, cabe preguntarse por qué.
Quizá prefieras que Ambrosio, el mayordomo de Isabel Preysler, te abra las puertas de villa meona en lugar de apuntarte a una ruta turística por Paracuellos con Belén Esteban. Probablemente solo hayas visto la primera edición de Gran Hermano porque alguien te dijo que era un experimento sociológico y pienses que La isla de las tentaciones es un título sugerente para una serie distópica de Filmin (en realidad, podría serlo). Pero, déjame decirte, no saber lo que es el chuminero no te convierte automáticamente en alguien elegante y culto. Solo en una persona que vive absolutamente ajena a lo que realmente mueve España. El esnobismo es un genocida de los matices. El esnobismo es mirar a los demás por encima del hombro y no ver la caspa en el propio. El esnobismo es enemigo del feminismo. El esnobismo, ya que estamos, no tiene nada que ver con ser mejor que el prójimo, sino con el sucio deseo de serlo.
Amiga, en un mundo lleno de Kardashians… hazte amiga de ellas, brinda por la diversidad, disfruta de sus ocurrencias y, sobre todo, encuentra la manera de ser tú misma sin ofender a la de al lado. De verdad, no es tan difícil.
En el armario cosmético de… Claudia Dans.
La maternidad me unió con Claudia de una manera que solo las madres que padecido con su lactancia pueden entender. Juntas hemos compartido y superado hitos de nuestros retoños y hemos visto nuestras babas caer con la felicidad de la otra. Es un lujazo contar con ella al otro lado del WhatsApp.
Háblame de tus hábitos cosméticos y los productos que usas. En mi rutina facial trato de ser lo más sencilla posible y me gusta variar, siempre y cuando sea apropiado para pieles mixtas. Ahora mismo estoy usando la leche limpiadora de SkinClinic o el jabón facial de Mario Badescu. Al menos una vez por semana intento exfoliarme la piel, y mi favorito es Lemonade Smoothing Scrub de Ole Henriksen por su olor a limón y su textura (justo lo terminé hace poquito). Después aplico tónico y aquí casi siempre busco que tenga ácido salicílico, pero desde que me quedé embarazada eliminé este ingrediente de mi rutina. Aún no he vuelto a reponer mis favoritos que son Vinopure de Caudalie o Balancing Force Oil Control de Ole Henriksen, así que estoy acabándome el de Clarins para pieles sensibles aunque ya haya dado a luz y ya no tenga la piel tan delicada. Después de eso aplico una hidratante como Skin Hydra Vizor de Fenty, que además incluye SPF, o AquaBomb de Belif, con vitamina C. Me están encantando las dos. Cuando he tenido una noche de muchos despertares nocturnos por el bebé uso los parches BeautifEYE de Pixi con vitamina C junto con la crema Instant Effects AM Energiser ya que promete mejor cara en 30 minutos (aunque yo nunca me doy cuenta de estas cosas). La crema solar Unscreen Sunscreen de Supergoop ha sido mi último descubrimiento y me tiene fascinada por su textura mate y transparente. Al aplicarla queda la cara súper sedosa, es una maravilla. En cuanto al pelo desde hace ocho años uso champús sin sulfatos y cuando lo tengo recién lavado y seco me encanta echarme el Bonding Oil de Olaplex para tener más brillo. Desde el tercer trimestre de embarazo hasta hoy he estado usando el sérum Grow Gorgeous en las raíces y se me ha caído poco el pelo, pero no sé si será mérito del producto en sí o de mis hormonas dándome tregua.
¿Hay un producto sin el que no podrías vivir? Eyeliner y perfume, hasta para bajar al supermercado y volver a casa. Siento que si salgo sin pintarme el ojo o perfumarme estoy sin terminar de vestir. El eyeliner lo busco siempre lo más resistente al agua posible, preferiblemente lápiz o rotulador y el de Make up For Ever me encanta porque es cremoso y si lo uso desde por la mañana me dura hasta la noche sin tener que retocar. En perfumes me encantan los que tienen notas cítricas y frescas. A scent de Issey Miyake me tiene enamorada (en realidad todo lo de Miyake) y he estado usando Fleur d' Oranger desde que Zara lanzó su primera colección con Jo Malone, pero acabo de descubrir que ya no está en la web y con todo el dolor de mi corazón voy a tener que buscarle sustituto pronto.
¿Te ha decepcionado algún producto con ‘hype’? El protector solar ISDIN FusionWater con color. Probé una muestra y me resultó muy grasiento para mi piel. Lo cambié por Avene Mat Perfect y me gustó más pero realmente le doy uso a este producto como base de maquillaje cuando me quiero maquillar más o cuando de verdad tengo muy mala cara y necesito unificar el tono.
Cuéntame un cambio en tu rutina habitual que haya marcado la diferencia. Las mascarillas nocturnas, especialmente las de labios. Por la mañana uso el Lip Comfort Oil de Clarins con un toque de color y por la noche Laneige justo antes de dormir. Si me despierto por la noche suelo notar los labios aún con el producto como si me lo acabara de aplicar y a la mañana siguiente los tengo siempre super suaves.
Dime algo que no te guste de la industria cosmética. No me fío de los contornos de ojos, casi siempre son el producto más pequeño de cada marca (vale, la zona donde se aplica es la más pequeña de la cara) y a la vez suele ser el menos económico. Me cuesta creer que de verdad hagan efecto y que por eso merece la pena pagar el precio que suelen tener. Soy madre primeriza, las ojeras es la mayor preocupación que tengo y aunque uso antiojeras me fío más de mi habilidad con el maquillaje. El de Versed que estoy usando me encanta la textura pero confieso que lo uso más por no perder el hábito y por sentir que estoy haciendo algo positivo hidratando la zona cada día.
Una reflexión muy interesante. Me gusta.