Otro verano más juzgando nuestras tetas
Sobre lo de Clínicas Dorsia, nuestro pecho embelleciendo el litoral y la pérdida de confianza en las empresas cuyas promesas nos convierten en objetos y nos sexualizan
“Otro verano más cambiando el panorama de las playas”. Si estás algo metida en la industria de la belleza, sabrás que este curioso eslogan no tiene nada que ver con algún grupo ecologista dando el pistoletazo de salida de la campaña de recogida de basura del litoral español, sino con el claim publicitario de una promoción de aumento mamario de Clínicas Dorsia.
Siento que muchas periodistas hemos invertido años de esfuerzo tratando de dejar atrás conceptos sexistas y denigrantes como ‘operación bikini’ o ‘puesta a punto’ para que vengan otros, nos adelanten por la derecha y sigan con la matraca diciendo que las playas van a estar más idílicas y apetecibles si nosotras nos ponemos tetas, como si fuéramos un elemento más del mobiliario costero. La verdad, se te queda una cara parecida a cuando has reciclado el compost, el plástico (con el brick de leche lavado), el cartón, las pilas y el cristal porque es lo bueno para el planeta y ves que los dos jets privados de Taylor Swift han quemado queroseno durante doscientos mil kilómetros en 2023 porque las estrellas siempre han sido así.
La publicidad de clínicas Dorsia que estuvo unos días colgada a todo coño y a todo edificio en plena plaza de Callao madrileña, fue rápidamente denunciada por las asociaciones Más Mujeres Creativas y Teta & Teta, que velan (entre otras cosas) por la dignidad de las mujeres y de nuestros pechos dessexualizados. Desde la cuenta de Instagram de esta última, capitaneada por María Rufilanchas, se invitaba a hacer una importante reflexión: “¿Cómo puede ser esto legal? ¿Cuánto falta para que se regule la publicidad de cirugías plásticas y retoques estéticos (en la TV y en RRSS)? Qué acoso, en serio. ¿Y las niñas? Porque por esa plaza pasan miles de niñas los fines de semana. Panorama, el que tienen por delante. El que les estamos dejando. En España, cada año 80.000 mujeres se ponen t3tas (60% menores de 30 años), también cada vez hay más que se las quitan. Se mire por donde se mire, menudo negocio. Las cirugías estéticas han aumentado un 215% en ocho años sin que se evalúe la salud mental de las pacientes (85% de los tratamientos los reciben mujeres y el 15%, hombres). La edad media del primer retoque estético es 20 años (20 años). El 70% de las jóvenes se identifica con un trastorno alimentario (70%). Es aterrador. Pobres niñas”.
“Nuestras tetas no son parte de tu panorama”, rezaba uno de los contraclaims de la contracampaña orquestada por Más Mujeres Creativas, que en realidad resume muy bien lo que ocurre aquí: ya está bien de que nuestro cuerpo sea motivo de juicios externos. No somos objetos, somos sujetos. Nuestras tetas no son el paisaje.
Cuando el Grupo Otsu finalmente se vio señalado públicamente, emitió un comunicado para anunciar la retirada de la lona que arrancaba así: “Desde el equipo de Clínicas Dorsia, pedimos disculpas a todas las personas que se hayan sentido ofendidas por el mensaje de la lona ubicada en la Plaza de Callao - Madrid”. Con ese, personas que se hayan sentido ofendidas a mí me dan a entender que no la han quitado de su emplazamiento convencidos de haber cometido un lamentable error de comunicación. Lo que manifiestan es un fallo de cálculo. ¿Quién podía esperar un repentino ataque DDoS de un puñado feminazis furiosas que jamás entrarán por las puertas de ninguna de las clínicas Dorsia? Sus clientas son otras. Lo que la compañía no entiende es que cómo queden (o no) los pechos de alguien frente al mar JAMÁS debería ser un argumento, ni siquiera irónico, para promocionar cirugías.
No he pasado por Callao estos días, y por lo que puedo ver en las cámaras del ayuntamiento, en su lugar parece estar ahora una campaña de La Roche Posay. Pero cuentan en redes que la lona que sustituyó a la de Dorsia era de las clínicas de salud sexual masculina The Test (también del Grupo Otsu y cuya imagen es Bertín Osborne con una campaña que ni imaginada por El Mundo Today, en la que habla de gatillazos, infidelidades y disfunción sexual). El eslogan rezaba: “Reconocer que te quedas a medias, eso es ser un HOMBRE”.
Me pregunto si nuestro Gobierno debería seguir permitiendo que tratamientos médicos se asocien, en la conversación pública, a ideas como la hombría y la exuberancia de los pechos como síntoma de éxito en el chiringuito. Me pregunto qué opinará el equipo médico de Dorsia de todo esto. Pero, sobre todo, me pregunto si como paciente podría alguna vez confiar en una empresa que voluntariamente decide asumir esos argumentarios para dar a conocer sus tratamientos médicos. Y sí, lo de me pregunto es ironía.
El armario cosmético de… Naira Regúlez
ALERTA VINTAGE. Si te interesa la moda circular y te gusta bucear en busca de lo que se llevaba en décadas pasadas, Naira es tu persona. Fundadora de la marca de comercio justo The Atypical Project, lidera también con mucho gusto y una grandísima potencia inspiradora la cuenta de Instagram Recoolez, en la que en muchas ocasiones recicla algunos de los outfits más interesantes del armario vintage de su madre. Aquí sus trucos para estar siempre tan sonriente como veis en su imagen:
¿Qué rutinas cosméticas tienes? Desde siempre me ha encantado el mundo de la cosmética y me he creído druida mezclando y experimentando. Incluso cursé un Máster en Comunicación de Moda y Belleza para tratar de orientar mi carrera hacia esto último. Cosas de la vida, he acabado teniendo la suerte de, a través de las redes sociales, poder probar una gran cantidad de productos y marcas. Dicho esto y después de muchas piruetas cosméticas, en los últimos años estoy muy centrada en envejecer todo lo bonito que pueda y para eso hay varias rutinas no negociables.
Rutinas de mañana: oscilan entre la espuma limpiadora Intral, de Darphin (marca de la que soy embajadora desde hace tres años), el presérum Intral (mi piel se lo bebe, literalmente), el Serum Eclat Sublime para que el sol salga directamente en tu cara y, para unificar en un solo paso tratamiento y protección, el escudo protector Shield de la misma gama, INTRAL, que además deja un toque satinado muy bonito. También empleo su crema Exquisage, antes del escudo protector, si tengo más tiempo y quiero añadir un paso (la piel se queda súper jugosa, suave…me encanta la sensorialidad de esta marca).
Para los días en que me siento menos francesa y más cosmopolita, recurro a Dermalogica: me limpio la piel con el gel Ultracalming Cleanser (soy incapaz de utilizar ningún jabón agresivo), aplico el Pro-Collagen Banking Serum, porque entre mi edad y mi delgadez estoy muy mal de colágeno y cualquier ayuda es poca, y después, algo imprescindible en el neceser de cualquier mujer: Dynamic Skin Recovery SPF 50, un tratamiento pro-ageing al mismo tiempo que un gran protector solar. Te lo aplicas y te olvidas de la edad (si es que necesitas olvidarte) porque te ves fenomenal con 50, 40, 30 o los que tengas. Esta crema es obligatoria y vale su peso en oro.
Y entre estas dos rutinas, el producto al que le soy infiel por naturaleza, que es el contorno de ojos para el día… actualmente estoy usando el de LICO E-Peptide Aye serum para ojeras y bolsas.
Para la noche también procuro utilizar líneas completas y me muevo según el humor en el que esté y la jornada que haya tenido. Para revertir un día malo recurro a la línea Stimulskin Plus de Darphin (con un toque de Aceite Néctar de 8 Flores). Siempre, y digo siempre, con masaje facial, porque me hace sentir en un spa de lujo al ser tan sensorial y untuosa; y para los días que simplemente quiero acostarme a gusto repito el Pro-Collagen Banking Serum y otra cremaza que merece especial mención: Phyto Nature Oxigen Cream. Es como hundir tu piel en un mar de nutrición y oxigenación.
En cuestión de contorno de ojos antes de dormir, no me movéis de estos tres: Stimulskin de Darphin, Awaken Peptide de Dermalogica y Multilevel a+s mask de Lico. Si hay algún día concreto que necesito hacerme un buen masaje en la zona, abro una ampolla de ceramidas de Elizabeth Arden, que tienen ese toque aceitoso que me ayuda a que el masaje sea más fluido. Pero pongo mis ojos en el fuego por esos tres contornos que menciono.
¿Extras que alterno en días en los que se me ve aún el ramalazo de druida? Me está gustando mucho el Tónico+Serum bifásico de Byoode, el aceite antioxidante de Sublime Oils, el roll on para el surco nasogeniano de Lico (también con un masajito a base de pellizcos suaves) y las ampollas de Retinol y Vitamina C de Darphin.
Llevo dos años dejándome crecer el pelo para donarlo y, desde hace unos tres, lo cuido todo lo que puedo. Me encantan los productos de Montibello. Su línea Hop de hidratación es maravillosa para mi encrespado. Y, como no me tiño y tengo canas muy keratinizadas, hace poco descubrí el bálsamo de Decode Zero, que me sirve para domar un poco durante el peinado las que se quedan como postes tiesas. Para los medios y puntas me ayudo de un sérum en aceite muy ligero, Supreme. En el pelo, mis tendencias druidas no aplican…no arriesgo mucho porque tengo un objetivo: donarlo. Me permito de vez en cuando una exfoliación ayurvédica con unos polvitos que mezclo con agua y también de un aceite para masajear el cuero cabelludo que compré durante un viaje a India. Son de una marca que aún no se comercializa en España, Kama Ayurveda. Para señoras torpes como yo, el secador SHARK acelera el tiempo de secado.
Si tuviese que elegir una única base de maquillaje creo que sería la de Maria Galland que es como un filtro pero ligerísimo. Y mi autobronceador favorito es el de Sensai, sin duda alguna. Deja el color perfecto, cero anaranjado e inmediato. ¿Un corrector? Teint Idole care&glow, de Lancome, muy ligero y me deja la zona hidratada. En cuestión de labiales, para diario me maravilla Velvet Teddy de MAC, y para ocasiones de labio rojo Cherry Pop de Clinique o los rojos de la línea The Slim, de Yves Saint Laurent. El rubor, siempre el Infinity Blush de Collistar en tono melocotón (textura crema), que se aplica con una almohadilla de silicona. Y en las pestañas, durante el verano obligatoriamente la 38 de Sensai (no se mueve por nada del mundo ya sudes, llores, te sumerjas…) y la nueva máscara en marrón High Impact de Clinique para el día a día. Casi para terminar, en productos corporales me quedo con el exfoliante reafirmante de Collistar con aceite de cereza, porque te deja la piel extrasuave y, además, hidratada; y un aftersun que yo utilizo como hidratante para toda la familia, Histomer Histan aftersun Sensitive Skin, de un laboratorio italiano. En la ducha procuro siempre tener abierto un gel suave de niños de Apivita. Termino con los perfumes: aconsejo una visita a Nefertum Parfums en Madrid para dar rienda suelta a infidelidades varias como la mía.
¿Producto favoritísimo para llevar a una isla desierta? Tendría que echarlo a cara o cruz entre el escudo protector de la línea Intral de Darphin o Dynamic Skin Recovery de Dermalogica. Que hable la suerte.
¿Producto con hype que fue un total bluff? El aceite limpiador de Patyka. No me encanta. Lo he relegado para retirarme el maquillaje de las manos porque utilizo mucho los dedos.
¿Qué opinas de los claims a veces irreales de las marcas cosméticas? Creo que todo el marketing que rodea al mundo de la cosmética tiene algo de irreal…todos vemos a diario en redes sociales a mujeres jovencísimas y con frentes estáticas a base de pinchazos (no necesarios) promocionando productos antiedad… No tiene ningún sentido que salgan mujeres guapísimas, con pieles de porcelana y jovencísimas anunciando productos que prometen conseguir esa estética a otras mujeres que tienen 15/20 años más. Necesitamos más REALIDAD, mujeres reales, con sus arruguitas, sus manchitas, sus párpados caídos…un marketing más creíble. Y creo que cada vez se ve algo más de esto también. Yo misma protagonicé una campaña para Sublime Oils con mis arrugas, mi falta de colágeno, mis párpados caídos…
Temas como la lona de Dorsia yo quiero pensar que no es más que una campaña de marketing súper arriesgada que ha salido de un equipazo que sabía que rozaba los límites. Es una tendencia que se está viendo mucho. Esos equipos de marketing son muy buenos y está muy bien que quieran arriesgarse…estoy convencida de que conocen las consecuencias… a mí me parece divertido y creo que es mucho más dañino y condenable el uso irresponsable de publicidad que vemos cada día a cada hora en redes imponiendo cánones estéticos que no se ajustan para nada a la realidad (ni son sanos).
¿Qué es lo que menos te gusta de la industria cosmética? Creo que tenemos que saber medir como usuarios. La industria cosmética vive de vender y para eso tiene que hacer ese marketing del que te acabo de hablar, que a veces es desmesurado. Pero no es culpa única de la industria: somos nosotros los consumidores los que tenemos la última palabra y la capacidad de decisión. Deberíamos relajarnos y entender que la cosmética no hace milagros…pero si nos ayuda a sentirnos mejor y a vernos más sanos si hacemos un buen uso de ella. Creo que el problema es, en definitiva, más del consumidor que de la industria, que a mí, personalmente, me entretiene muchísimo (soy la típica freak que lee todo, recomendaciones de uso, propiedades, etc.). Es como jugar a la lotería: sabes que tienes pocas posibilidades de convertirte en ese mujerón del anuncio, pero juegas igualmente.
Resulta que lo de las clínicas Dorsia es terrible, pero la lista de productos que utiliza la señora entrevistada es normal...A mí me parece enfermizo utilizar tanta cosmética, pero no considero necesario " salvar" a la entrevistada...Qué pereza de organizaciones que vienen a "salvarnos" a las mujeres. Yo nunca me haría una operación de estética, la mayoría me horroriza, pero esas personas son adultos que deciden gastar su dinero en eso, nadie tiene que impedir nada, ni "protegernos" de la publicidad como si fuésemos tontas
Excelente