Solo sé que no sé nada
Sobre la belleza del desconocimiento, el descubrimiento y la capacidad de sorpresa
Se le atribuye a Sócrates. Y no tengo pruebas, pero tampoco dudas de que él escuchó esa misma frase (reitero: “Solo sé que no sé nada”) en el ágora, camino a una taberna, o subiendo las empinadas cuestas que iban a dar al Partenón a mediodía, bajo un sol de justicia. Y se quedó cavilando. Creo que no conozco sobre un asunto, me interesa saber, estoy dispuesto a invertir tiempo en aprender.
¿Quiero compararme con Sócrates para arrancar una nueva ‘newsletter’ [mi segunda, por cierto. Y, a diferencia de A-Bad Newsletter, ahora sí que prometo una periodicidad recurrente]? La verdad, ni mi nariz es respingona ni mis ojos saltones, pero es verdad que muchas más veces de las que me gustaría tengo la sensación de que no sé nada. Incluso sobre cosmética. Y eso que he pasado quince años como editora de belleza en cabeceras como Harper’s Bazaar, El País Semanal y Vogue.
A lo largo de este tiempo he tenido ocasión de probar todo tipo de cosmética, y he viajado por medio mundo para ello. He vivido una vida que no era la mía, haciendo los honores a los más exóticos ingredientes activos. Me he bañado en barro en un balneario checo y he ayudado a Tom Pecheux a definir un maquillaje para una portada de Vogue. He escrito pies de foto y también cartelas para exposiciones. Y aún así, no puedo dictar sentencia sobre nada.
Aquí, a estas líneas, vengo a hablar de lo que me gusta (y lo que no) de una industria, la de la belleza, que está llena de magia, de fe y de fantasía. Pero también de muchas otras cosas. Unas las sé, otras no. De la mayoría, en realidad, no tengo ni idea.
Como esta es una carta de arranque, también os cuento que Pretty In Pretty Out (muchas gracias a la doctora Trasmonte por el perfect naming) llegará a vuestros buzones de manera quincenal, pero la conversación continúa en nuestro canal de Telegram. Quiero que hablemos de los productos y los tratamientos que nos funcionan, y también los que no nos han servido para nada. Quiero que nunca nos falten esas ganas de saber y aprender. También de cosmética.
Hola, llego por la recomendación de Amaya Ascunce en su instagram, y eso solo puede ser bueno.