Confesiones anónimas (III)
Más secretos de las que de verdad saben separar el marketing de la eficacia en la industria cosmética.
Igual que a las amigas hay que decirles que ese novio que le revisa el móvil es una red flag con patas, muchas compañeras de la industria cosmética se vuelven a animar (ya lo hicieron aquí y aquí), amparadas por el anonimato, a contarte en qué confían y, sobre todo, en qué productos no invertirían. A continuación, dieciséis nuevas verdades que alguien cree que deberías saber antes de decidir tu compra en la perfumería:
«Las cremas muy caras no valen la pena. Pero… de las muy baratas tampoco esperes milagros si quieres / necesitas algo más que hidratación. Si hablamos de las estrellas (vitamina C ácida, retinol) no me fiaría demasiado de nada por debajo de los 50-60 euros».
«Ni las mascarillas efecto flash hacen más flash que dejarte la piel jugosa un rato ni las que quitan impurezas acaban con esos puntitos negros recalcitrantes».
«No me extraña que la prensa esté perdiendo credibilidad. La perderían por completo si los lectores supieran que muchos de los productos que recomiendan son favores a sus amiguitos de las agencias. Me consta que las galerías están repletas de cremas y champús que ni se han molestado en probar porque, obviamente, es más fácil parafrasear la descripción que se ofrece la web del fabricante con tal de tener contentos a los ejecutivos de cuentas».
«Lo mismo sucede con las influencers. Se venden al mejor postor. Incitan a su público a comprar productos que, te aseguro, luego no vuelven a usar. En un mundo ideal, periodistas y creadores de contenido tendrían un poco de criterio y compasión con quien confía en ellos».
«Llamadme loca, pero los quitaesmaltes sin acetona ni químicos variados no retiran el esmalte como esperas. Es peor el remedio que la enfermedad».
«Odio el olor de la cosmética natural. Me encanta el de 8 Hours, de Elizabeth Arden; y el de CE Ferulic, de Skinceuticals».
«Entre una crema para el contorno de ojos y un bótox… una, dos, tres y mil veces bótox (Ok… seamos correctas… tratamiento con neuromoduladores…)».
«Creo en el retinol (con constancia), creo en la vitamina C (con constancia)... Creo en poco más».
«No he usado un tónico en mi puñetera vida».
«Las cremas antimanchas no quitan las manchas. Usar fotoprotector a diario no te quita las que han salido, pero te evita que salgan nuevas».
«Respeto los buenos productos a buen precio, pero aborrezco los clones: me parece indecente y un robo de la propiedad intelectual. Porque no solo se copia una fórmula: se copia el envase, se copia su uso, se copia la forma, el aplicador… Piratería pura y dura».
«He perdido la cuenta de esas marcas creadas por alguien que dice que sintió que era el momento de hacer su propia marca porque no encontraba nada que le fuera bien en el mercado. ¿De verdad? ¿Nada? Hay cremas, geles, lociones, aceites, bálsamos de todas las formas, colores y texturas, para todas las pieles habidas y por haber. Claro que suena mejor que “aquí el más tono hace relojes y a poco que me ponga, yo a esto le saco un dinerito”…».
«No sé que me da más cringe, si las cremas efecto láser o las cremas efecto bótox. Ya os gustaría, bonitas, ya os gustaría tener ese efecto…».
«En algún momento nos vendieron el término “piel repulpada” - y lo hemos comprado. Lo malo es que hasta yo lo he usado…».
«¿Necesita la humanidad tanto acondicionador? Para pelo liso, rizado, canoso, caobita, rubio, semiliso, semirrizado, con aguacate, con pera, con lima... Por favor, quiero UN acondicionador que acondicione. Punto».
«Los tarros de crema son muy bonitos y muy elegantes y muy de todo. Pero donde esté una fórmula airless, que se quiten las bacterias…».
En el armario cosmético de… María Romero
María es una mocatriz del audio. No lo digo yo, lo dice ella. Y seguro has escuchado algo suyo. Quizá en La Ser, donde estaba antes de incorporarse al departamento de pódcasts de ABC (te recomiendo, si no lo conoces, El dilema de los cuerpos (im)perfectos). Pero es que, además, en su cuenta de Instagram, lleva años hablando de maquillaje y demás parafernalias cosméticas. Siempre he disfrutado tanto de su contenido, que ahora me hace tremendamente feliz que tú también puedas descubrirlo.
Háblame de tus rutinas cosméticas. Solo tengo dos rutinas cosméticas: maquillarme por la mañana y desmaquillarme por la noche. Sí, me maquillo casi todos los días porque me chifla y no, mi piel no se ve peor ni sufre: la nutro muy bien antes de aplicarme cualquier producto, y soy muy cuidadosa retirando todo por la noche. Lo de que la piel necesita respirar es un mito.
Me encanta probar todo tipo de productos, así que tengo nuevos botecitos cada mes. Pero desde hace ya un tiempo, todo lo relativo a la cosmética viene del mismo sitio: Corea del Sur. En ese mercado he encontrado la horma de mi zapato, o de mi piel, que es seca, pero bastante sensible.
Necesito productos hidratantes, pero no muy densos, para evitar los granitos. Así que he descubierto que lo que mejor me viene es trabajar por capas. Dependiendo del tiempo, añado o retiro. Ahora mismo, con el frío, utilizo bastantes, pero porque es lo que me sienta bien a mí. No creo en las rutinas de 12 pasos, mucho menos desde que Héctor Núñez (@cosmetocritico) me confirmó que son simplemente modas.
Ahora mismo, mis productos cosméticos de mañana son:
-Agua. Por las mañanas es lo único que utilizo para lavarme el rostro. Antes usaba limpiador mañana y noche, pero me resecaba demasiado la piel.
-Essence Toner, de Pyunkang Yul. Un tónico hidratante y sin ínfulas. Perfecto para ese puntito extra de hidratación.
-Sérum de Niacinamida 10% + Ácido tranexámico 4%, de Anua. La vitamina C y yo nunca hemos hecho match, me ensucia demasiado los poros, pero la niacinamida es el antioxidante que me viene como anillo al dedo. Aunque aquí doy más importancia al tranexámico. Soy una toqueteadora de granitos compulsiva, no lo puedo evitar, y las marquitas que tengo son al 90% fruto de mi mal hábito. Con el tranexámico reduzco el impacto y la oscuridad de las manchas.
-Revive Serum Ginseng + Snail Mucin, de Beauty of Joseon. Para ser sincera, este producto venía en un set de los sérums más famosos de la marca y que tanta fama tienen. No he notado ninguna diferencia con ninguno más allá de la hidratación, y no voy a volver a comprarlos. Pero tenía que darles salida, y ahora en invierno ha sido el momento perfecto.
-Cica Calming Gel Cream, de Tocobo. Una hidratante ligera, y con propiedades cicatrizantes.
-Birch Juice Moisturizing Sunscreen SPF 50, de Normal Lab. El único producto imprescindible y que nunca me salto es el protector solar -ojalá haberlo utilizado toda la vida-. Busco protectores ligeros, que se absorban bien y que no dejen residuo blanco. En el día a día, descarto los que dejan efecto aterciopelado o seco, porque no casan bien con el maquillaje. Prefiero que tengan un puntito graso, no muy excesivo, porque me funciona muy bien como primer. Este de Round Lab hace check en todas las casillas, y ha entrado en mi rotación de solares a los que vuelvo siempre.
-TwReal Eye Cream, de Isntree. El de los contornos de ojos es el único campo que no me gusta demasiado explorar, porque tengo la piel de la zona muy sensible y reactiva. Me basta con productos que hidraten bien la zona y que la dejen flexible y lista para maquillar. Este cumple con el cometido.
Por la noche, sigo a rajatabla la doble limpieza, y huyo de las toallitas. Y, en cuanto a los tratamientos, apuesto por la exfoliación química y los retinoides, que voy alternando.
-Desmaquillante waterproof de ojos Respectissime, de La Roche Posay. Desde que se lo vi recomendar a la doctora Maria G. Gutiérrez, no he utilizado otro, y no voy a experimentar con más productos, porque casi todos los que he probado me han dado reacción.
-Bálsamo desmaquillante Sublime Camomila, de Flor de Mayo. Bueno, bonito, barato, y muy fácil de retirar. No soy muy fan del olor (suave), pero porque, por norma, no soy fan de los aromas en cosmética.
-Salicylic Acid Daily Gentle Cleanser, de CosRX. Aunque hasta hace dos días estaba suscrita ad eternum al Blemish Control Cleanser de CeraVe, quise probar este de CosRX, y reconozco que me gusta más (aunque los dos son igual de buenos y efectivos) a nivel sensorial y olfativo.
-Porefectly Clear, de Geek& Gorgeous. Un sérum ligero de ácido salicílico al 2%, para mantener a raya las impurezas. 2 noches a la semana, en días alternos, tres cuartos de pipeta.
-Retinol 0,5%, de Nacomi. Mi relación con los retinoides es de amor/odio, porque no encuentro el match perfecto para mi piel. No tengo grandes problemas en cuanto a descamación, pero sí me suelen provocar acné. Este de Nacomi es correcto, pero sigo en búsqueda del retinol que me enamore. Toda recomendación será bien recibida. 2 noches a la semana, en días alternos, con un pump cubro cara y cuello.
-Ácido glicólico al 7%, de The Ordinary. Exfoliante potente, para una limpieza más en profundidad. Solo lo utilizo una vez cada 1 o 2 semanas, dependiendo de cómo me vea la piel. También lo utilizo una vez cada 2 o 3 semanas en el cuero cabelludo, me viene genial para combatir la descamación (gracias, trucos de TikTok). En un día que sé que luego no voy a estar al sol, me impregno el cuero cabelludo, lo dejo actuar diez minutitos, y me lavo el pelo como hago siempre. Ojo, esto a mí me funciona genial, pero si nunca lo has usado, es mejor que antes una pequeña prueba, no sea que te provoque reacción o no te vaya bien.
Hablando de pelo, tengo que reconocer que en este campo soy una absoluta ignorante, porque he tenido a los dioses y a la genética paterna de mi parte, y tengo pelazo: denso, grueso, muchísima cantidad y liso. Mi peluquera siempre me dice que la clave es que tengo mucha queratina.
Tampoco me lo he teñido jamás, y podría, porque lo tengo llenito de canas blancas y brillantes -desde los 14 años me acompañan, regalo genético de mi abuelo materno-, pero es que me encantan, y se han convertido en parte de mi identidad. Me gusta mucho la reacción de la gente que, siempre educada, me pregunta por qué no me tiño. Simple y llanamente: porque no quiero, no lo necesito. Y no hay ninguna reivindicación detrás. Es que realmente me gustan.
En cosmética corporal tampoco tengo grandes conocimientos, ni curiosidad por tenerlos. Solo utilizo Body Milk de Nivea. Y mi desodorante es el roll-on de Byly, el del tapón rojo. No tiene olor, y gracias a él, yo tampoco.
En cuanto a maquillaje: tengo un problema. Del tamaño de un carrito de Ikea atestado de coloretes, pintalabios e iluminadores, tres botes de lápices, y una caja con alrededor de 40 paletas de sombras. Tranquil@s, ya he recapacitado, y estoy en proceso de desintoxicación. No puedo ponerme a enumerar todas y cada una de las cosas que uso, y como tan pronto me da por la sobriedad como por ser digna heredera de las chicas de Euphoria, solo enumeraré las que utilizo con asiduidad.
-Illuminance Serum Tint, de Revlon. A pesar de lo que me gusta el maquillaje, odio las bases, no me encuentro cómoda con ellas, y prefiero los tintes. Este de Revlon es muy ligero, deja la piel uniforme y natural. Eso sí, los tonos son pocos y mal calibrados. Yo mezclo el 301 (oscuro, y naranjea) con el 117 (claro, y amarillea) a partes iguales y me queda clavado con mi tono de piel.
-Corrector Pro.Conceal en tono Peach, de L.A. Girl + Corrector Bare With Me, de Nyx, en tono Beige. Tengo las ojeras marrones y oscuras de serie; cuando me va a bajar la regla, adquieren el tono propio de una persona que lleva un mes sin dormir. Si no tuviese tanto miedo a las agujas, probablemente me haría un relleno en la zona con ácido hialurónico pero, como no es el caso, recurro a mi amado maquillaje. Para atenuarlas, me pongo una capita del precorrector melocotón, dejo secar, y pongo encima una capa hiperfina del corrector beige. Queda per-fec-to.
-Hollywood Flawless Filter, de Charlotte Tilbury, tono 3 Fair. A día de hoy, no sé si es base, iluminador o una mezcla, pero sí sé la luz que aporta al rostro. Lo utilizo en la zona alta de los pómulos, debajo del tinte facial, y en el arco de cupido.
-Máscara Panorama Volume Million Lashes, de L’Oréal Paris, en color marrón. Desde que la probé, no he vuelto a usar otra. Es la única que me mantiene el rizo de la pestaña. El tono marrón me parece más suave y favorecedor.
-Pintalabios Super Lustrous, de Revlon. Hidratantes, no pegajosos, con brillo y duraderos. Mi favorito, el tono Rum Raisin, un clásico.
Hay otro producto que utilizo siempre, que es el colorete, combinando crema y polvo. Pero aquí mis opciones son infinitas, así que os animo a que os paséis por mi perfil de IG, donde encontraréis organizados en carpetas mis coloretes favoritos (pista: todos).
Por último, pero no por ello menos importante, y cuna de mis dolores de cabeza: el perfume. En sentido literal y figurado. No me gusta buscar fragancias, al tercer frasco que pruebo estoy superada por la mezcla de olores, me atoro y me duele la cabeza. Además, en las fragancias femeninas, para mi gusto, se abusa de olores florales, avainillados, y dulzones. Mis favoritos son los cítricos: naranja, limón, bergamota… Total, que no me resulta fácil encontrar MI perfume.
Me he tirado muchísimos años usando CK One de Calvin Klein, por inercia, pero no sé si hubo alguna reformulación, porque noté que cada vez duraba menos en piel. Ahora utilizo para el día a día dos colonias de Zara: Twilight Mauve y Applejuice. Se supone que son dupes, copias de Be Delicious de DKNY y de Chance de Chanel, respectivamente, pero a mí me parecen muy distintas.
Si quiero utilizar algo más especial, más de fin de semana, de boda, de evento de élite, utilizo Born in Rome, de Valentino. Curioso, teniendo en cuenta que os he dicho que no me gustan los olores florales ni intensos. Yo tampoco me lo explico, pero esta fragancia me gusta muchísimo.
Producto favoritísimo para llevar a una isla desierta. Protector solar. Es el único imprescindible que existe en mi tocador. ¿De qué sirven las cremas, los retinoles y los tratamientos con láser (para quien se los haga, aún no he llegado, pero todo se andará), si luego no proteges tus avances y logros? No usar SPF (crema, y de 50 como mínimo) es tirar dinero a la basura, amig@s. Y al primero que me venga con la estupidez esta de que el protector solar es malo para la piel, para la vitamina D, para el alma, LO BLOQUEO. Tontunas, a quien os escuche en TikTok. Hombreya’.
Producto con hype que fue un total bluff. Tengo un listado en permanente crecimiento. Pero creo que el que más dolorcito de corazón me provocó y aún provoca, y que puede generar algo de polémica, es el Benetint de Benefit. Sé que es un producto de culto, que la gente lo ama. Yo también lo he intentado, pero no me hago con él. Me he visto 300 tutoriales para su correcta aplicación, y nada, no funciona, nunca me queda bien difuminado, es como si me hubiera intentado hacer colorete con un rotulador. Sospecho que tiene mucho que ver mi piel seca. Como no voy a tirarlo, lo reutilizo para darme tono a los labios. Pero eso sí, con la boca bien perfilada, porque si no me ‘chorrea’ por las grietas de los labios, y con una buena capa de vaselina o bálsamo labial encima, porque de lo contrario se me queda la boca reseca y despellejada. Que no me gusta, ya está.
Por favor, súmate a las confesiones más descarnadas de la cosmética con una revelación que hayas tenido. Que las arrugas me preocupan poco, y te diría que hasta me gustan un poquito, que dan interés a un rostro, y que (cursilada horrorosa va) cuentan una historia. Pero ay, las manchas... ¡O la flacidez de la cara, esa papada que empieza a aparecer fruto de la edad!
Me da mucha rabia reconocer que, aunque creo que tengo una autoestima saludable, forjada con el paso de los años a base de disgustos y autoaceptaciones, últimamente he perdido más tiempo del que me gustaría mirándome en el espejo buscando la confirmación de que la piel de mi cara no está en caída libre, y lamentando no ser rica para atajar cuanto antes el problema (¿problema?).
Soy muy consciente de que además es algo que sólo se puede arreglar con medicina estética. Y sé que, tarde o temprano, si quiero solucionarlo, no sólo tengo que ahorrar mis buenos dineros, sino que además tengo que superar o controlar mi miedo a las agujas. No sé qué será más difícil conseguir.
¿Qué es lo que menos te gusta de la industria cosmética? Uf. Su falta de inclusividad -chic@, es 2025. Si tus productos no cubren las necesidades de pieles no blancas, es probable que sea porque no te apetece que lo hagan. O no se te pasó por la cabeza que podrían no ser aptas para pieles negras, p. ej. Cosa que no te deja en buen lugar, como poco, como estratega empresarial-, el alto grado de consumismo que incentivan haciéndonos creer que necesitamos chorrocientos productos para tener una piel cuidada y perfectamente maquillada, su excesivo uso del plástico…
Pero, por concretar, y siendo una persona que confía 100% en la ciencia, lo que más me saca de mis casillas son sus ‘tonteos’ con la quimiofobia y los trends ‘anti-’ o ‘libre de’ que abundan y que tienen un rigor científico cero. Cada vez que veo clean beauty, doy dos pasitos hacia atrás, porque siento que me están timando, y que están jugando con los miedos, casi siempre lícitos, de la gente.
La verdad es que hay tantas cosas de la industria de la cosmética que me desagradan, que hasta me sorprende que el maquillaje y las cremas sean mi perdición… A grandes rasgos, se puede resumir en que lo que más me molesta es su falta de honestidad y de conciencia.
Me pregunto por qué un sérum de vitamina C de 50€ es mejor que uno de 20€. Quizá sería interesante invitar a esta newsletter a un químico o farmacéutico especializado en formulación. Alguien que haga fórmulas y no sólo las pruebe. La más famosa es Cristina Carvajal, de Cosméticos al desnudo, que hace un trabajo interesantísimo, pero seguro que hay más.
Me encanta esta newsletter, siempre salen temas interesantes para beautyfreaks, un abrazo.
Ya me he puesto al día con los posts (tenía tiempo desconectada de mis ratos de lectura 😬)y me llama poderosamente la atención…..todas hacen la doble limpieza y mi pregunta es…si un limpiador hace bien su trabajo, por qué hay qué usar dos??? Puedo llegar a entender un día de playa con muchas capas de solar o una persona que trabaje en una cocina, limpiarse dos veces con el mismo limpiador pero de normal🤔 en fin, es algo que llevo planteándome desde el nacimiento de la doble limpieza 🤷🏻♀️